jueves, 29 de octubre de 2009

El almanaque de mi padre


No hay que ser un gran lector de comic manga para saber apreciar la belleza que destila en sus viñetas Jiro Taniguchi, tanto en esta como en otras obras suyas. El almanaque de mi padre es una narración costumbrista que presenta la historia de un hijo que regresa a su ciudad natal al serle notificada la muerte de su padre. Desaveniencias irreconciliables fraguadas en la adolescencia le mantenían alejado de él. Y la historia nos conduce a la reflexión de si los motivos líicitos o no compensan la pérdida de pasado con tus seres queridos.

No lleva una estructura lineal la narración, sino que mediante bruscos flashbacks resucitados por objetos y personas, nos introduce en una historia triste marcada por la frustración, el resentimiento y el olvido. A pesar de carecer en algunos momentos de capacidad empática para sumergirnos de pleno en la historia, en gran parte motivado por el nihilismo latente del protagonista, la lectura más positiva que se extrae es que el orgullo y los prejuicios no deben alejarnos de las oportunidades de disfrutar con la presencia de los nuestros, ya sean amigos, familiares o compañeros.

No he podido resistirme a publicar este post sobre la obra a pesar de mis dudas, pues manifiestamente su temática difiere bastante de lo que estoy acostumbrado a leer del país del sol naciente. Y es que la obra pesar de su naturaleza de profunda tristeza, emana una profunda tranquilidad que no puede más que ponerte melancólico y sumergirte lentamente en el relato que te envuelve y te cautiva. Y es posible que esto lo consiga el autor al basar su obra en sentimientos y hechos de su propia vida infantil. Seguramente a crear esta sensación ayude es estilo de dibujo claro y detallista en cuanto a expresiones y fondos, y de trazo simple y limpio y un ambiente de melancolía, pero esto solo sirve para enmarcar la belleza del guión.

No lo dudes. Si eres de los que aprecian lo belleza en la simplicidad, este es tu comic, una rara joya que te encuentras de vez en cuando y que te hacen creer que compensa ser mejor persona. Muy bello, de verdad. Te lo recomiendo.

domingo, 25 de octubre de 2009

Leyendo El Lector de Schlink


No es este un post sobre la afamada película de Stephen Daldry, sino sobre la novela. Aunque tambiés sobre la película, pero menos. Se trata de un bestseller publicado hace ya unos cuantos años, que habla sobre el perdón. Para ello, establece un prometedor punto de partida en la que cuestiona la posibilidad de una relacion entre una madura mujer de 40 y muchos años, y un mozuelo de diecialgunos. Posible y creible pero no punible es la respuesta popular, aunque la imperiante mentalidad masculina, o machista mejor dicho, la tolera y admite sin problemas. Supongo que el caso contrario no funcionaría de igual forma. Véase sino el Lolita de Nabokov que todavía hoy en dia sigue levantando alguna que otra ampolla. Pero esto solo es la excusa. Lo que de verdad cuestiona es de si la inacción del pueblo alemán le exime de su responsabilidad con el holocausto.


No existen normas sobre el amor, eso dicen, salvo que se confunda amor y sexualidad, o ambas cosas se fundan en una. Tampoco existen normas lógicas sobre cualquier tipo de filiación, ya sea patriótica, deportiva, musical, religiosa o colomobofílica. El joven protagonista siente un amor similar al que algunas personas puedan sentir por una ideología, pero el problema llega con el desencanto; el desengaño conduce a la venganza o a la verguenza. La duda es cual de los dos caminos a seguir. La ignoracia consentida en la persona del otro, ya explorado por Bertolucci en el Ultimo Tango en París, tampoco ayuda mucho sino que agrava. Pero no quiero ir por ahí, no ahora.

No puedo evitar pensar en lo diferente del lenguaje literario y cinematográfico. En la versión fílmica, ella cobra un protagonismo personal que nada tiene que ver con la novela, en la que simboliza a esa alemania silenciosa que ignora y niega la realidad, o sencillamente, la justifica. El joven amante representa la nueva alemania enfadada por definicion con sus padres, y que encuentran en el holocausto la purga ideal para dar rienda suelta a su natural rebeldía adolsecente. Y la conclusión es que no, no hay perdón. Como bien dice en uno de sus párrafos, es mejor morir que permitir vivir así, aunque sean en su modalidad del suicidio o de sentencia. Aunque por supuesto, de forma implicita apunta por el tema del olvido. Olvidar es una forma de perdonar sin hacerlo.

No pierdes nada si lees la novela o ves la película. De igual forma, tampoco pasa nada sino lo haces. Eso si, Schlink sin ser un gran narrador hace amena la lectura de su novela. Y por supuesto Kate Wisley está sencillamente adorable en la película. Tú decides...

miércoles, 21 de octubre de 2009

Tremendas historias tremendas


No puedo ni debo olvidar, los tiempos aquellos del Creppy y del Rufus, o mas antiguos aunque no los vivi del "Tales from the cript" o de "Crime Suspenstories". Eran microhistorias con macrotrama sin apenas presentacion, nudo ni desenlace. Todo ocurría en tres o cuatro paginas, y el componente común era la falta de convencionalismos tematicos; asesinatos, mutaciones, vampiros, violaciones, hombres lobo, mutilaciones, necrofilia, bestialismo...

No es exactamente una vuelta atrás lo que plantea Abuli, creador entre otros del famoso "Torpedo 1936", en sus 24 historias tremendas. En ella revisita esta forma de contar historias y lo hace con el mismo escarnio y descaro que se hacia hace ya más de 50 años. Y el resultado no puede ser mejor. El comic pasa de la tragicomedia al esperpento, del simplismo al misticismo. Sus páginas recogen tematicas tan diversas como el género negro, la intriga o simplemente el terror. Y el conjunto es magistral, tanto que no puedes evitar empezarlo de nuevo tras su conclusion.

No pude evitar sentir cierta añoranza al pasado al leer la introducción, cuando habla de esos puestos o tiendas donde se intercambiaban tebeos, cuando "no teníamos muy claro el concepto de comic para adultos. Los tebeos eran tebeos. Para niños. Y punto". Por supuesto gran parte de la grandeza del comic lo aportan Oswal y Darko, dos dibujantes que pese a la distancia geografica que los separa, Argentina y Serbia, aportan la oscuridad necesaria a las historias a traves de la claridad de sus dibujos. Grandisísimos ellos.

No te te lo pierdas si viviste aquella época dorada del tebeo, el motaplex y los palotes. Y si no lo viviste, tampoco. No te arrepentiras...

jueves, 15 de octubre de 2009

LOS CUENTOS DE FLANNERY O'CONNOR


No hace mucho leí que un artista además de nacer, se hace. Y tras leer las casi mil páginas del volumen que recogen sus cuentos, confirman esa afirmación. La recopilación sigue con acierto un sentido cronológico, desde su amateur ejercicio literario "El geraneo" de 1946, hasta su soberbia y última obra "El día del jucio final" publicada veinte años, el mismo año de su temprana y esperada muerte. Y a medida que avanza el tiempo y su obra, la técnica se va afilando, la genialidad despuntando y su perfección sin fisuras, aflorando, hasta hacerme comprender que me encuentro ante una de las mejores obras a las que me he enfrentado en los últimos tiempos.

No voy a pararme a discutir sobre si sus cuentos son dramas cómicos o comedias dramáticas. Porque más grande que las historias son sus protagonistas, unos personajes perfectamente imperfectos de gran complejidad en su simpleza, que nos trasladan a través de una jerga intraducible a la brutal realidad de la Georgia post esclavitud. Es la última generación antes de la era moderna, incapaces de sobrevivir a la nueva escala de valores, a la preponderación de la sociedad urbanita, a la igualdad racial, y a si mismos y a su circunstancia. Los cuentos no pueden ser consideradas ni siquiera como historias; son grandes microhistorias narradas con un tono de cruda realidad, cuya única misión es ayudarnos a entender que la verdadera historia normalmente, se lee entre líneas.

No cabe duda del gran ascendente que la amiga Flannery ha ejercido en las artes literarias, teatrales y cinematográficas actuales; los hermanos Cohen, Horton Foote, Arthur Peen, Stephen King... Su tormentosa vida marcada por la enfermedad y el aislamiento no impidieron que se convirtiera en una perfecta conocedora de la conducta humana. Sus profundas creencias religiosas impregnan profundamente toda su obra, planteando nihilistas escenarios en los que los protagonistas no pueden escapara a su condición ni a su propia naturaleza destructiva. Y lejos de compartir sus creencias religiosas, opino que nada más alejado de la realidad...

No parecerá fácil enfrentarse a una obra de esta magnitud cualitativa y cuantitativa, pero os aconsejo que lo intenteis. Un consejo, tened paciencia con los primeros cuentos; a pesar de su aparente e insultante simpleza, no os arrepentireis. Palabra de boy scout.

martes, 13 de octubre de 2009

Robinson Crusoe. Un clásico actual.


No parece muy actual hablar de un clásico literario como Robinson Crusoe, aunque se trate de la adaptación al comic que ha publicado SM, pero la genialidad con que ha sido adaptado a viñetas, me parece memorable. De ello se ha encargado Christophe Gaultier, un dibujante francés prácticamente desconocido, al que yo recuerdo en su valiosa aportación al bello film de animación "Belleville".
No lo pone porque en aquel entonces no se llevaba, pero cuando Daniel Defoe escribió esta historia en 1719, basó su narración en dos hecho reales, uno sucedido a un capitán español que naufragó y permaneció 8 años en una isla desierta antes de ser rescatado, y otro, la de un marino escocés que sufrió la misma suerte durante cuatro años. La historia tiene todos los componentes para ser un clásico imperecedero, pues habla sobre el valor del esfurzo y el triunfo del hombre sobre la advesidad en un medio y un tiempo hostil. Aunque puedo no compartir la necesidad de abrazar la religión como tabla de salvación cuando todo parece perdido, creo que en el caso del protagonista está justificado, y es uno de los elementos que posibilitan su victoria más que hacia su enemigo interno, con el más peligroso de los oponentes, el interno.
No es posible desconocer la historia de Robinsón Crusoe, aunque nos haya llegado bastante edulcorada gracias sobre todo a la última versión actualizada y protagonizada por Tom Hanks. Pero sin duda la adaptación que hace en el lenguaje del comic el amigo Gaultier supera a cualquiera otra anterior, pues su estilo de dibujo sucio de figuras alargadas y el uso de colores apagados y ocres para presentar el entorno natural, confiere a cada viñeta un dinamismo y una crudeza tal que rápidamente descubrimos que Robinson Crusoe no es una obra juvenil tal y como pensábamos hasta ahora.
No me lo he leido todavía, pero tengo pendiente la adaptación que ha sacado la editorial del clásico de Mary Shelley "Frankenstein" de Marion Mouse Cartoné, al que no conzco ni de referencias. Hablaremos de él en otro momento.

jueves, 8 de octubre de 2009

Fórmula V. La fórmula de la eterna juventud.


No podía dejar de cumplir mi palabra, y aquí estoy publicando un post del concierto al que asistimos en Majadahonda hace creo, un par de semanas. Al evento acudimos en familia, sin estar muy seguro de si la edad de mis dos pequeñas era la más apropiada para que tuvieran su bautismo musical. Y lo sorprendente fue que no solo no estaban preparadas, sino que hubieran aguntado como campeonas cinco bises más. Por lo menos una de ellas, la que aparece en la foto de portada justo encima de Paco, el del micro.

No voy a negar que el conocer a Paco, el pelirrojo cantante que tantas bromas gasta sobre su alopecia y otras visicitudes de la edad, y a su familia, influyen positivamente en mi opinión sobre el grupo. Pero he de decir que a lo largo de mi vida he visto en directo a muchos de los grandes y de los no tan grandes, y reconozco sin rubor que el directo de Fórmula V no tienen nada que envidiarles. Porque lo que descubrí allí es que ser músico es algo más que vivir de la música, es como mínimo hacer a su público vivirla. Y Fórmula V en directo, lo consiguen. Yo personalmente les envidio, le envidio, y digo sin reparos que cuando sea mayor, quiero ser como ellos. Como él.

No estoy del todo de acuerdo con la afirmación de que Fórmula V es la típica formación de los 60 de "éxitos del verano". Si, pero no. No son un grupo monotema que vive de las rentas, ellos son algo más. Creo que les tocó vivir un momento muy difícil, y que su optimismo, su vitalidad y su profesionalidad han aportado mucho más a la música nacional actual de lo que a algunos sesudos críticos musicales les gustaría reconocer. El ver el lleno total del aforo y comprobar la disparidad de edades de los asistentes me confirma y reafirma en que hay música que está por encima de modas, etiquetas o apetencias. Formula V mola y ya está. Sin más. Y si no, mira a los Beatles.

No creo que a corto plazo, pero mis pequeñas se han hecho tan fans del grupo, que no me extrañaría que en unos años decidan convertirse en sus grupis, y yo feliz. ¿Cuantos grupos de los que van de "guays" pueden decir eso?. Arriba Fórmula V. Abajo Killers.

lunes, 5 de octubre de 2009

Ali gódete tú.


No es una persona convencial el señor Sacha Baron Cohen, es más que evidente, y sus películas dan muestra de ello. La suya es una clásica historia de salto de la televisión al cine, y aunque la globalización está ahí, tuvimos que esperar al celuloide para conocerle en nuestra patria chica a este inclasificable personaje. Y me aventuro a decir que si hubiera que definirle de alguna forma, Sacha es una especie de Michael Moore, pero como un poco más de coña y un poco menos de mala leche

No vi esta película en su momento, y por eso es posible que mi opinión sobre ella esté un poco mediatizada. En realidad las he visionado en inverso orden alfabético; Bruno, Borat y Ali G, pero seguramente esto me haya ayudado a valorar más su genio. Él es un payaso, en el buen sentido de la palabra. Ha sabido como nadie sacar lo peor de la sociedad actual de la sobrecomunicación y sus métodos, y con un tono ácidamente humorístico, hacernos sentirnos parte de ella. Aunque la parodia que hace de las pandas, del rap y de un estracto de la sociedad extrapolable a cualquier suburbubio grancapitalino está tratada con un tono excesivamente paródico, la temática que trata en esta y en el resto de sus películas, no tiene ninguna gracia. Y esa es la gracia.

No es Ali G ni su mejor personaje ni su mejor película. Borat es sencillamente genial, aunque en muchos pasajes se le va un poco la mano. Bruno es brutal. Pero Ali G es el más honesto de todos. La posibilidad de que una persona como él tenga tanta influencia en un parlamento tan insípido y estirado como el británico, es algo que no puedo evitar, me induce a la sonrisa. Sonrisa porque viendo la catadura moral, política y personal de los líderes políticos nacionales e internacionales, sus programas electorales y sus lamentables actuaciones en público, no tienen nada que envidiar a las representadas por nuestro querido Alig G. Una vez más, es cuestión de abstracción. Abstraete y saca tus propias conclusiones.

No te la pierdas si no la has visto. Estoy seguro que este señor dará mucho que hablar en el cine, y en las tertulias de amiguetes. Solo espero que nunca, nunca, nunca, se tome todo esto en serio. Gracias Ali G.

jueves, 1 de octubre de 2009

HYPATIA. El amenabar que nos viene


No tengo muy claro si definir esta obra escrita como novela histórica o como historia novelada, pues la verdad es que no es ni una ni otra. Aunque está escrita en un tono correcto, el autor rellena la falta de datos históricos sobre la persona no con imaginación, sino con un conglomerado de datos históricos que abruman por su número y sorprenden por su poca profundidad.

No era Hypatia una mujer cualquiera, y supongo que es lo que ha movido a Amenabar a dedicarla su última película "agora". Se trata de una de las mentes matemáticas más destacadas de la Alejandría del Siglo V, que fue brutalmente violada y desmembrada por el fanatismo católico de las huestes del famoso y controvertido arzobispo Cirilo. Por desgracia, su nombre ha sido olvidado y recordado durante muchos periodos históricos, aunque más que por su aportación a la astronomía, las matemáticas o la filosofía, a su vida sexual, o más bien, a su carencia a pesar de su mítica belleza.

No creo que a pesar de lo que manifieste el propio autor, aporte nada nuevo sobre las ya numerosas obras escritas sobre este insigne personaje, aunque si queda claro durante toda la obra literaria que los causantes de la involución del saber ha sido la iglesia católica, opinión que por otra parte comparto.

No creo haber elegido bien la obra narrativa sobre su vida. Es posible que acuda a la criticada y albada versión de María Dzielska publicada en el 96. Ya os contaré...