domingo, 1 de noviembre de 2009

Valkiria. Historia de un fracaso.


No deja de sorprenderme el cine americano y sus artistas, que no artesanos. El que vivimos en un momento de "star system" cobra sentido cada vez que veo una película de actores como Tom Cruise, pésimo actor incluso en la magistral "Eyes Wid Sat" o directores como Bryan Singer, salvadada escepción de su prometedora "Sospechosos habituales". Y es que las imposiciones de managers, productores, guionistas y demás fauna de la flora y fauna hollywudiense, transforman cualquier amago de séptimo arte en puro espectáculo. Todo por la pasta, vamos.

No es la de la película una historia cualquiera. El papel protagonista recae sobre Claus Von Stauffenberg, un coronel que encabezó una conspiración para acabar con la vida de Hitler, acabar con la vergonzante guerra, e instaurar un nuevo gobierno en alemania. Tal y como pasa en las historias "basada en hechos reales", el espectador conoce de antemano el final de la historia, pero he de reconocer que Singer sabe mantener la tensión durante toda la película jugando tanto con el desconocimiento del espectador de los detalles de la historia, como con la superchería sobre los dobles de hitler en la última etapa de su mandarto.

No consiguió la película ni engancharme ni interesarme, a pesar de la impecable labor de los secundarios y las impresionante escenas de acción. Supongo que tendrá mucho que ver en mi opinión el que me caiga tan mal el amigo Cruise, al que no le veo la gracia ni siquiera en "Top Gun", o que Bryan Singer me parezca un director mediocre, como bien demostró en la banal y aburrida "Superman Returns". Por eso, no he podido evitar durante la película pensar qué hubiera pasado si una historia tan buena como esta hubiera caido en otras manos, por ejemplo, de un director como Polanski y un actor con más peso como por ejemplo Kevin Spacey. Pues eso, hubiera sido una gran película y mi post hubiera tenido otro tono.

No nos dejemos engañar por el marketing y no peradamos el tiempo con estas películas. No aportan nada, no cuentan demasiado, y lo que cuenta, no termina de interesar del todo. Olvidable y prescindible como pocas. Es, la historia de un fracaso, pero fílmico...