No te sonará el nombre, probable, pues los medios de comunicación consideraron suficiente mostrar el sufrimiento de los servios de Sarajevo durante el conflico Bosnio, y olvidar el resto de frentes abiertos no tan publicitables y de más difícil acceso. Esta es una historia real, una historia de personas escrita por personas, y en formato comic. La historia transcurre en Gorazde, una ciudad que contaba con más de 50.000 habitantes antes de la limpieza étnica realizada por las fuerzas servias ante la impasividad de los cuerpos de paz de las Naciones Unidas en plena guerras balcánicas.
No es la historia más cruel de nuestra historia moderna, pero si una de las más vergonzosas. Joe Sacco narra en primera persona su experiencia como periodistas en una de las "zonas protegidas" por la ONU donde se cometieron las mayores atrocidades y salvajadas del conflicto armado en Yugoslavia. Seguramente lo más recomendable de su lectura es que Joe no cuenta una historia de buenos y malos al uso, sino que nos traslada una narración de convivencia con una de las partes, un pueblo que con estupor se repone de una larga y envidibale tradición de convivencia y toletarncia entre distitnas etnias y religiones. Algo que nos hace pensar que los bosnios no son esas personas desnaturalizadas y arcaicas que nos presentan los medios de comunicación a partir de las supuestas experiencias de los testigos de la ONU. Que nos hace preguntarnos, para que demonios sirve la ONU?. Y sobre todo, quien son de verdad los malos?.
No deja de sorprende el estilo de dibujo de Sacco, más cercano a retratar un universo absurdo a través de la ironía, que dejarse tentar por un trazo sucio y desgarrado para mostrar la sordidez y degradación del conflicto. ¿Habrá leido a Crumb?. Tal vez. Destacar para terminar la magistral clase de historia en clave comic sobre la cronología de la Yugoslavia del siglo XX y las guerras separatistas de principios de los noventa, y la voz del narrador presentando a los distintos actores de esta barbarie de la que aun hoy, sigue sin importarnos lo más mínimo.
No voy a contarte nada más, como casi siempre. Solo te recomiendo su lectura. Tal vez te hagas preguntas o tal vez no. Yo me las hago.
