domingo, 31 de mayo de 2009

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Una negación es negativo. Dos negaciones, afirmativo. Y tres negaciones, la afirmación de la negación.

La primera negación es el no adolescente, el no por principio, el no irracional, el no injusto y de la provocación. La segunda negación es el no maduro, el consensuado, el que parte del conocimiento, el medido y el discreto, el que busca aprender más que enseñar. La tercera negación es el de la senectud, el que no precisa justificarse, el real, el desaprendido. Los tres son verdaderos, reales y lícitos.

Empezar un blog con una, dos o tres negaciones, es una buena forma de empezar, o de terminar. Porque la verdad no nos hace libres, es la libertad la que nos hace verdaderos. Y cuestionar los principios es lo que nos conduce a nuestros fines.

Negad o afirmad, pero dudad.